Para referirnos al tempo en plural decimos tempi (el tempo o los tempi), es una palabra italiana y hace referencia a la velocidad.
Hasta Beethoven nadie escribía la velocidad a la que tenían que ir las piezas, los compositores tocaban sus propias partituras y por eso no necesitaban escribir la velocidad de la misma, ellos ya la sabían. Beethoven empezó a comercializar con sus obras y por ese motivo comenzaron a poner el tempo, así las otras personas que tocasen esa obra conocerían el tempo que tenía la partitura.
Cualquier partitura anterior a Beethoven que tenga el tempo escrito no es la oficial.
No
hay nada más subjetivo que el tempo y la velocidad en la música.
INDICADORES DE UN TEMPO DETERMINADO:
- Largo.
- Larghetto.
- Adagio.
- Adante.
- Moderato.
- Allegro.
- Presto.
- Prestissimo.
Este es el orden que seguimos desde lo más lento a lo más rápido.
Aparte del tempo se puede poner al lado de este el carácter de la pieza, como por ejemplo allegro grazioso.
Para ayudar a los músicos a seguir un mismo ritmo utilizamos el metrónomo, que es el instrumento que vemos en la imagen anterior, esto nos ayuda a saber el tempo que hay o que queremos ejecutar.
Este vídeo que vemos es la sinfonía del reloj de Leroy Anderson
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